viernes, 18 de mayo de 2018

ENTREVISTA A TONI SANZ OLIVA


Buenos días amantes de la literatura y lectores de SuperLectorAlfa. ¿Cómo va la semana? Por fin es viernes y como es habitual en SuperLectorAlfa, el viernes, como el miércoles, es sinónimo de entrevista literaria.
Hoy viernes 18 de mayo tenemos la ocasión de conocer un poco más al escritor Toni Sanz Oliva. Toni nació en la localidad de Tortosa en Tarragona allá por el año 1965. Pero pronto se verá obligado a cambiar de domicilio y dejar la localidad de Tortosa para vivir en Xátiva en la Comunidad Valenciana. Es en Xátiva donde Toni pasa gran parte de su niñez y juventud. Estudió en el colegio Josep de Ribera de Xátiva. Cuando llegó el momento de estudiar en la universidad, se matriculó en la carrera de Geografía e Historia en la Universidad de Valencia, logrando así la Licenciatura en Geografía e Historia por dicha universidad. Pero aquí no se queda la cosa. Toni también es Funcionario de carrera de la Generalitat Valenciana, además, Toni también ha estado trabajando en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia, en el Gabinete del Conseller de Educación de la Generalitat Valenciana y en el CEIP Juan Carlos I de Almenara. En la actualidad, compagina su pasión por la escritura con su trabajo como Administrativo del IES de Almenara.
Actualmente, Toni tiene su residencia fijada en la localidad de Almenara. También destaco que es un apasionado de Italia.

Después de esta introducción, ha llegado el momento de que Toni Sanz responda a las cuestiones formuladas por SuperLectorAlfa. Comenzamos en 3,2,1,...

- De pequeño, ¿disfrutabas leyendo o la lectura era algo que te aburría?

Imagino que, como muchos niños, empecé leyendo tebeos y luego pasé a las adaptaciones ilustradas de grandes novelas de aventuras; esos fueron mis felices inicios. Luego, ya empecé con los libros. Me entusiasmaban los de misterios de Agatha Christie, aunque odiaba su resolución. Luego vinieron otros más contundentes, como el primero que me regaló mi hermano y que supuso un gran impacto en mi vida, “El otro árbol de Guernica”, de Luis de Castresana. Ahí empezó la literatura en mayúsculas.

- ¿Te animó alguien para adentrarte en el maravilloso mundo del escritor y, en definitiva, de la literatura?

Siempre me había gustado pero, salvo redacciones escolares y poco más, nunca me había adentrado en este arte. No hace mucho, a raíz de una apuesta para participar en un concurso literario en mi pueblo, me aventuré a escribir «en serio». Lo que en principio iba a ser un relato, acabó siendo una novela corta y eso me envalentonó para seguir. Luego, el hecho de participar en algunos concurso, en los que no gané, pero que despertó la curiosidad del editor, me permitió continuar. Ahora, ya no sabría estar sin escribir.

Umberto Eco, uno de los referentes de Toni.
- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?

No me gusta el fenómeno «fan», ni siquiera en la literatura. He leído de todo y todo me entusiasma. Podría citarte Blasco Ibáñez, Lajos Zilahy, Robert Graves, Eduardo Mendoza, Mercé Rodoreda, Umberto Eco y tantos otros, que sería interminable. Te diré que, ahora, leo a muchos compañeros de editorial o autopublicados. No son conocidos, pero me parece maravilloso lo que escriben. Ves el esfuerzo que hacen por expresar lo que sienten (que en definitiva es el mismo que el mío) y lo bien que lo hacen, que no dejo de sorprenderme. En definitiva, la literatura lo es todo.

- Un escritor, ¿se nace o se hace?

Te tiene que gustar; son muchas las horas sacrificadas pero, como todo en la vida, es un aprendizaje. Leer y escribir todo es uno. Saber utilizar el lenguaje para expresar lo que quieres es complejo. Al igual que un pintor, aparte de las habilidades innatas, tienes que conocer las técnicas y cómo mezclar los colores para que tu cuadro resulte una obra apreciable. Por eso, no se debe juzgar a un escritor por lo primero que haya escrito o por lo único que se haya leído de él, todos vamos avanzando con el paso del tiempo.

- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te pudiera leer?

Cuando gané un concurso literario en mi pueblo, entonces supe que alguien podía apreciar lo que escribía, al margen de los amigos que saben de tu talento. Cuando ya publicas y ves que alguien que no conoces disfruta con lo que has escrito, entonces se desata con furia una pasión que solo esperas colmar con otros seres anónimos que sientan lo mismo que tú.

- ¿Qué buscas en tus lectores?

Que se diviertan. Que, durante unas horas, se transporten a otras realidades y disfruten viviendo en la piel de los protagonistas. No ofrezco nada trascendente, simplemente que, al cerrar el libro, digan «qué bonito, quiero seguir leyendo más de este autor».

- Hasta el momento, ¿cuántas novelas escritas por ti han visto la luz? ¿Tienes alguna todavía en el fondo de un cajón esperando a salir?

Sin contar el primer libro, destinado al público infantil, son seis las novelas que se han publicado (la última en Amazon). Por suerte, dispongo de unas ganas bárbaras de escribir, por eso tengo a punto una novela titulada «La loca de Place Vendôme» que, si todo va bien, verá pronto la luz. Se trata de una novela histórica sobre la vida de la condesa de Castiglione, una cortesana italiana amante de Napoleón III, a la que se debe, entre otras cosas, la unificación italiana. Con esta novela se da un repaso a la historia europea de la segunda mitad del siglo XIX, bajo el punto de vista de una mujer singular. También tengo a medias dos novelas más: una histórica, sobre el último monarca de la dinastía Médici, del Gran Ducado de la Toscana y un thriller policiaco ambientado en Bolonia, amén de varios proyectos que tengo que implementar, pero que están en el pensamiento.

- Empecemos hablando de “Las tristes riberas del Hooghly”. ¿En qué lugares está ambientada esta novela?

Como indica su nombre, hace referencia al río que pasa por Calcuta. Esa ciudad centra toda la novela. Un lugar difícil para un europeo, más en el siglo XIX, pero también tiene pasajes que transcurren en Tíbet o Irlanda, aunque más de pasada. Lo más curioso del libro es que remarca ese vano intento de transportar la vieja Europa a un lugar donde está fuera de sitio, donde la naturaleza es mucho más poderosa e indómita y que acaba por engullir las ambiciones humanas.

- ¿Qué se puede encontrar el lector en “Las tristes riberas del Hooghly”?

En primer lugar, la novela es un pequeño homenaje a los típicos dramas victorianos como los de Dickens o Brontë. El lector encontrará historia, pasión y el típico «malditismo» romántico, en fin, un reflejo de lo que fue el siglo XIX en unas tierras tan lejanas; un lugar de oportunidades, pero con una naturaleza que se rebela a la dominación.

- El protagonista de “Las tristes riberas del Hooghly”, ¿a qué se debe enfrentar?

En primer lugar, a sí mismo y a sus propias contradicciones, que son las de los hombres de su época. La ambición y el instinto de supervivencia mueven a todos los personajes. Luego está la lucha perpetua por domesticar una naturaleza salvaje que se resiste, en forma de enfermedades, a la dominación europea del continente asiático.

- ¿Cómo cambia la vida del protagonista de la novela cuando se convierte en el prestigioso doctor Miller?

Es la primera vez que toma conciencia de sí mismo e intenta tomar las riendas de una vida que ha creado de la nada. Es un impostor, pero muy seguro de sus capacidades. India, en aquel momento, es una tierra de oportunidades, donde no se piden papeles, donde solo vale la ambición y la fe en uno mismo. El concepto de progreso, que nace en el siglo XIX, significa mirar hacia delante, sin pararse en lo que va quedando atrás.

- Pasamos ahora a “Te espero en Arborea”. Este título, ¿era el que tenías en la mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?

A diferencia de otras novelas, ese lo tuve claro desde el primer momento. De hecho, casi siempre empiezo por el título y este me marca el desarrollo de la obra.

- El lector que decida leer “Te espero en Arborea”, ¿con qué se puede encontrar?

Encontrará una historia de amor difícil. El empecinamiento del protagonista en salvar su relación, le llevará a viajar a Cerdeña, desatando una serie de acontecimientos que marcarán su vida: celos, dudas, un asesinato e intriga hasta el final, que sorprenderá. Se trata de una relación entre dos hombres (uno de ellos un carabinero italiano), con todo lo que eso conlleva.

- ¿En qué género literario incluirías a “Te espero en Arborea”?

Se trata de un thriller o suspense policiaco, pero con un trasfondo romántico. Sus personajes son gais, pero no se trata de la típica novela erótica. Tiene muchos elementos que despiertan el interés, sobre todo, averiguar quién es el asesino…

- ¿Cómo surge “Te espero en Arborea”?

Todo nació de un viaje a Cerdeña con unos amigos. Como siempre me sucede, sobre todo cuando voy a Italia (y ya son muchas veces), sus paisajes y su gente me sugieren el argumento de mis novelas. A pesar de su atractivo turístico, Cerdeña sigue siendo una isla por descubrir. Imagina un pequeño pueblo, Arborea, donde se desarrolla la trama policiaca y donde se da una relación de tipo homosexual. Italia, en ese tema, no es un país muy desarrollado y todavía conserva muchos tabúes. De hecho, esta novela ha despertado el interés de ciertos medios de comunicación sardos.

- Dejemos de esperar y pasemos a hablar de “El fiordo de la Quimera”. Al leer la sinopsis de la novela he visto que, en cierto modo, tratas como un tema de fondo el tema del engaño y de la mentira. Aparte de este tema, ¿tratas algún tema más en “El fiordo de la Quimera”?

Si, la valentía. El coraje para enfrentarse a los problemas, aunque en principio no te creas capaz. Superar los miedos en aras de saber la verdad, de enfrentarse a un nuevo amor después de un desengaño; todo eso nos curte como personas. En el fondo somos más valientes de lo que creemos.

- ¿Qué nos puedes decir acerca de “El fiordo de la Quimera”?

Es una maravillosa historia que transcurre en un paisaje excepcional, la Costiera Amalfitana, el lugar más bello del mundo. Se trata de un suspense romántico que llevará a una sencilla maestra de Teruel a viajar hasta un pueblo hermético llamado Tremore (en la realidad, Furore) para conocer la verdad. Allí, en su pequeño fiordo, existe un secreto que marcará su vida. De todos mis libros, es el que más éxitos ha cosechado a nivel de rankings en Amazon, estando varias veces entre los más vendidos. Es una pequeña joya en la que el paisaje juega un papel fundamental.

- Siguiendo un poco el juego al “El fiordo de la Quimera”, te pregunto ahora: ¿has ido alguna vez a ver los famosos fiordos noruegos?

No, aunque siempre ha sido mi viaje soñado y al que espero ir alguna vez. Un fiordo siempre recuerda a algo interior, ese útero geográfico que te introduce en las fauces de lo ignoto, donde te espera la sorpresa. Imagínate la novela que saldría de la visita a un fiordo noruego.

- En “Papel de Armenia”, es una mujer la protagonista de la novela. Esta protagonista se llama Simona Prato. ¿A qué se debe enfrentar la protagonista para conseguir los objetivos que se propone?

Simona Prato es una mujer racional, que ha llegado a lo más alto sacrificando muchas cosas. Su única debilidad es su marido y cuando se produce la infidelidad, todo se desmorona. A parte de luchar contra su crisis matrimonial, deberá enfrentarse a una situación irracional que se presenta en forma de investigación sobre unos libros antiguos de magia. Todo en lo que creía se derrumba y cuando, en mitad de la trama, conoce un nuevo amor, los miedos y la desconfianza la harán titubear en la decisión que ha de tomar.

- ¿Cuánto tiempo te llevó a escribir “Papel de Armenia”?

La verdad es que no mucho, como el resto de mis libros; apenas unos meses. Lo que más cuesta es recabar información pero, al ser historiador, es como disfrutar dos veces de la elaboración de esta y otras novelas. Luego, los mismos personajes se revelan ante mí, como en una película, y me muestran la trama. Al mismo tiempo que veo el «storyboard», lo voy escribiendo. No me gustan las historias excesivamente largas y procuro ceñirme a una economía de palabras para no redundar en la idea principal.

- Para esta novela, ¿fuiste a Armenia para ver los lugares por donde se debían de mover los personajes o con Internet te serviste?

Siento desengañar al lector, pero de Armenia solo tiene el nombre. Sorprendentemente, el nombre de la novela viene del famoso “Papel de Armenia” unas tiras de papel impregnadas de una aroma balsámico (Benjuí) que sirven ahora como ambientador y que, antiguamente, servían como remedio para diferentes enfermedades respiratorias o para ahuyentar a los malos espíritus. Al final, este producto, sirve de pretexto para concluir su trama de misterio. Hay que leerla para conocer su verdadero protagonismo.

- ¿Qué se puede encontrar el lector en “La cizaña en el trigo”?

Una aventura vital. Quise que el protagonista fuera alguien corriente y ponerlo en disposición de que le pasaran cosas extraordinarias: buenas y malas. En cierta forma, es con la que más me identifico. Su protagonista luchará (como en la novela de Ben Hur) para poder volver y vengarse de los que le han puesto en la situación comprometida en la que está, pero sin dejar de lado la bondad que le caracteriza. El lector también encontrará distintas culturas (los chiitas del Líbano) y otra manera de acercarse a ellas. Hallará, en definitiva, el amplio concepto de la amistad y la empatía.

- ¿Cómo sobrevive el protagonista de esta novela al día a día?

En principio, gracias a la música, pero luego, Stefano Baldi se reinventa a cada giro de la trama gracias a su propio talento, que va descubriendo conforme avanza el libro. De alguien inexperto en el amor, pasa a ser un gran «ligón»; de alguien apocado, a ser un «traficante» o espía; él tiene los recursos, aunque al principio no lo sepa. Es algo que le podría suceder a cualquiera. Ante un hecho dramático, podemos actuar con pasividad o podemos hacerle frente, de hecho, los grandes héroes son siempre gente corriente, algo inconsciente, que deciden arriesgarse para salvarse o salvar a otros.

- Pasemos a hablar de “La órbita de los planetas”, novela con la que quedaste finalista en los V Premios HQÑ Digital. ¿Nos puedes dar una pincelada sobre la trama que tiene “La órbita de los planetas”?

Se trata de dos historias que confluyen en un mismo lugar, el Palacio Guidonia de Roma (en la realidad, el Palacio Altemps). El papa Pío IX, soberano de los Estados Pontificios, le confía al príncipe Guidonia el secreto revelado por la Virgen, en la aparición mariana de La Salette, que podría hacer tambalear su reino y a la misma Iglesia. Siglos más tarde, la búsqueda de dicho secreto hará que dos investigadores, Enzo Bianco y Siena Albani, se enamoren en mitad de una trama que pondrá en riesgo sus vidas.

- En la novela salen diversos lugares de Italia. Aparte de Italia, ¿aparecen más sitios en esta novela?

En “La órbita de los planetas”, Roma acapara toda la acción, en dos momentos de su historia. Italia, hasta la llegada de mi última novela “Las tristes riberas del Hooghly”, que transcurre en India, ha centrado todas mis novelas. Cada una corresponde a una ciudad o una región, constituyéndose en un personaje más de la trama, bien por su paisaje, bien porque condiciona el ánimo de sus verdaderos protagonistas.

- De todos los libros que has escrito, ¿cuál te supuso un mayor esfuerzo?

Sin duda, “La cizaña en el trigo”. Primero, porque tuve que hacer un gran esfuerzo por acortarla (de lo cual me alegro, porque quité muchos episodios innecesarios para la trama) y luego, por encontrar un título adecuado. Barajé muchos y ninguno me convencía, hasta que di con el actual, que resume muy bien la historia. De todas formas, en todos mis libros, la historia siempre está presente (no en balde soy historiador) y conseguir datos sobre personajes o su contexto, siempre llevan mucho tiempo.

- Según tu opinión, ¿qué es la literatura?

En mi caso (igual que en el caso de los lectores), poder vivir en primera persona historias y situaciones que, de otra manera, serían imposibles. La actitud creadora es pura magia, lo único mágico que existe en nuestra sociedad racional y poder abrir esa ventanita para escaparse hacia lo extraordinario, cada vez que abrimos un libro o escribimos un capítulo, es maravilloso.

- ¿Qué género literario es tu favorito? ¿Por qué?

Me gusta la historia y me encanta el suspense. Poder combinar ambas es genial, pero el suspense te permite enganchar al lector (y también al escritor) hasta la última página. Preguntarse ¿quién? ¿por qué? ¿cómo?, son razones de peso para mantener la atención en la lectura.

- ¿Has tenido alguna vez algún problema con alguno de tus personajes? ¿Se te han rebelado los personajes a medida que ibas escribiendo?

Pues claro, imagino que como a todos los escritores. En mi caso, cuando empiezo un libro, es como si convocara a los personajes que ya preexisten. Ellos me hablan y yo me limito a transcribir lo que me dictan. Yo establezco los preliminares, pero ellos hacen lo que les da la gana y mientras escribo, no sé en qué va a acabar la historia; son unos «cabroncetes». A veces, hasta yo mismo me sorprendo cuando escribo lo que les pasa.

- Para terminar con esta entrevista, la gente que la haya leído y que quiera hacerse con algún ejemplar de tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?

Hasta ahora, las editoriales que me han publicado, siempre lo han hecho en formato digital, así que, si alguien quiere leerme, deberá encontrarlas en cualquier plataforma de libros digitales, excepto el último “Las tristes riberas del Hooghly”, que también está en formato papel, aunque exclusivamente en Amazon. El deseo de cualquier escritor es que su posible lector pueda encontrar sus libros en cualquier librería: digital o real, pero el mercado es el que manda y de momento no hay más. En un futuro, espero que todo se normalice y se puedan encontrar en cualquier formato y en cualquier estantería.

Muchas gracias y desde SuperLectorAlfa te deseo lo mejor de cara al futuro. Ha sido un placer.
El placer ha sido mío. Poder contestar a tus preguntas e inquietudes, me ha permitido llegar a un público que, de otra manera, hubiera sido imposible. El principal problema al que nos enfrentamos los escritores, a parte del folio en blanco, es a la invisibilidad ante tantos libros publicados y SuperLectorAlfa es una gran ventana hacia esa posibilidad.

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